El médico jienense José López Barneo ha sido investido nuevo Doctor Honoris Causa por la Universidad de Jaén

El nuevo doctor del Campus de Las Lagunillas, director del Centro de Investigación Biomédica de la Universidad de Sevilla, aseguró en su discurso que sin Ciencia “no hay ni Universidad, ni futuro”.

El catedrático de Fisiología de la Universidad de Sevilla (US), director del Centro de Investigación Biomédica de la Universidad de Sevilla y coordinador de Investigación del Hospital Universitario Virgen del Rocío, José López Barneo, aseveró en la Universidad de Jaén (UJA) que sin Ciencia “no hay ni Universidad, ni futuro”. López Barneo hizo estas declaraciones en el transcurso del discurso que pronunció tras su investidura como Doctor Honoris Causa por la institución jienense.

El Claustro de la Universidad de Jaén (UJA) aprobó el pasado 2 de octubre la concesión del Doctorado Honoris Causa al médico José López Barneo, una defensa que realizó el profesor del Departamento de Biología Experimental de la UJA, Francisco Luque Vázquez. El acto de investidura fue presidido por el Rector de la UJA, Juan Gómez Ortega, que estuvo acompañado por el Rector de la Universidad de Sevilla, Miguel Ángel Castro Arroyo.

Quién es?

José López Barneo, natural de Torredonjimeno, es catedrático de Fisiología de la Universidad de Sevilla, director del Centro de Investigación Biomédica de la Universidad de Sevilla y coordinador de Investigación del Hospital Universitario Virgen del Rocío. Es, a su vez, coordinador de la investigación en células madre de la Junta de Andalucía. Ya fue homenajeado “Natural de Jaén” en el año 2011.

Entre 1978 y 1993 realizó estancias posdoctorales en París, Filadelfia, Boston y Nueva York. Ha sido profesor visitante en la Universidad de Stanford (agosto 1990-septiembre 1991) y en la Universidad de Columbia (marzo 2016-septiembre 2016). Es desde su creación (2006) el director del Instituto de Biomedicina de Sevilla (IBiS). Sus líneas de investigación fundamentales se relacionan con las respuestas celulares a la hipoxia, la neurodegeneración y la terapia celular aplicada a la enfermedad de Parkinson. Ha sido presidente de la Sociedad Española de Neurociencias; presidente de la Sociedad Española de Terapia Génica y Celular, y el primer director del Centro Nacional de Investigación Biomédica en Red sobre Enfermedades Neurodegenerativas (CIBERNED).

Discurso

José López Barneo manifestó que la generación de conocimiento y tecnologías propias “es el carburante de una institución prodigiosa (la Universidad); a la que pedimos preserve las esencias culturales sobre las que se sustenta nuestra sociedad y a la vez exigimos que se adapte a los tiempos e incluso que lidere la creación del futuro”. Por ello, no consideró aceptable “el contraponer, como se hace a veces, las labores docente, asistencial o de gestión con la actividad investigadora. Sin Ciencia no hay ni Universidad ni futuro”.

José López Barneo, que recibió hoy su primer reconocimiento como Doctor Honoris Causa de una universidad, hizo un recorrido emocional por su infancia en Torredonjimeno y Jaén, y aseguró que los valores que le sirvieron de guía en la juventud y en su época de formación universitaria fueron “el derecho a la educación, la igualdad y el esfuerzo. Tiempo en el que luchamos contra la injusticia social y por la consecución de las libertades básicas en España”.

En su recorrido profesional, admitió que lo más determinante para su formación profesional “fue el adquirir conocimientos sólidos de electrofisiología y biofísica de membranas y conocer las extraordinarias instituciones académicas norteamericanas”. Dichos conocimientos, propiciaron que su grupo de investigación en Sevilla fuese pionero en el montaje de las técnicas electrofisiológicas más modernas en España. Así, afirmó que, como estudiante y profesor universitario, “he luchado contra las diferencias sociales y económicas que viví tan de cerca en mi infancia y he defendido el criterio del mérito individual y la búsqueda de la excelencia”.

López Barneo hizo alusión a su investigación de la enfermedad de Parkinson, que provoca “la muerte progresiva de neuronas en diferentes áreas del sistema nervioso, sin razón inmediata aparente”. En ese sentido, manifestó que “el avance en la prevención, diagnóstico y tratamiento de las mismas es uno de los retos más importantes que tiene la investigación y práctica médica del siglo XXI”. Motivados por este reto, se puso en marcha un proyecto sobre terapia celular en la enfermedad de Parkinson,” que supuso una importante reorientación metodológica y conceptual del grupo”.