Cáritas Jaén asegura que ‘el acensor social’ no para en las plantas de las clases más bajas de la sociedad jienense
Alerta de que la desigualdad se está enquistando en la sociedad provincial y que el perfil medio de las personas atendidas en 2017 es el de mujer adulta con pareja e hijos, española, con estudios primarios y en situación de desempleo.
Cáritas Diocesana de Jaén sostiene que la recuperación económica no ha llegado a todas las familias y que la desigualdad se está enquistando en la sociedad. Lamenta que la puerta del empleo sigue cerrada para muchas personas, que el mercado laboral no garantiza la dignidad y que la precariedad se está extendiendo como modelo de vida. Así lo ha puesto de manifiesto en una rueda de prensa el director de Cáritas Diocesana de Jaén, Rafael López-Sidro.
Junto con el obispo de Jaén, Amadeo Rodríguez, y el secretario general de Cáritas Diocesana de Jaén, Diego Jiménez, ha presentado la Memoria 2017 de esta institución. En este sentido, el prelado la Diócesis Jienense ha remarcado que la presentación de los datos tiene como contexto la celebración del Día de la Caridad, que se celebra el próximo domingo, festividad del Corpus Christi.
“Todos los sacerdotes haremos referencia, ese día, a la dimensión social de la fe y de la Eucaristía”, ha subrayado el obispo de Jaén, quien ha escrito una Carta Pastoral en la que pone de manifiesto que el éxito de Cáritas no debe adjudicarse a las personas, sino a Dios: “En Cáritas, en todo cuanto se haga, habréis de buscar siempre de verdad y a fondo lo que Dios nos pide hacer en favor de la dignidad humana”, manifiesta.
En cuanto a la interpretación de los datos de la memoria, Rafael López-Sidro ha manifestado que “el ascensor social no para en las plantas más bajas y en las plantas intermedias se instala en la precariedad como forma de vida”. Considera que es necesaria una intervención urgente, además de en materia de empleo, en aspectos como las dificultades para el acceso a una vivienda digna, la soledad de las personas mayores, la falta de recursos para personas sin hogar con problemas psíquicos, las dificultades para la inserción social de los inmigrantes y el preocupante incremento de jóvenes desorientados y víctimas de las drogas.
En la misma línea, López-Sidro ha hecho hincapié en que Cáritas tiene que “dejar de ser un expendedor de alimentos” para asumir un nuevo modelo de acompañamiento de la persona, por lo que aumentarán sus esfuerzos en esta línea. Ha destacado también que se destinan los mismos recursos a menos gente, lo que, en su opinión, pone de manifiesto la mayor precariedad de las personas atendidas. En esa línea, se ha aumentado 30 euros de media la atención por persona con respecto a 2016. Con respecto al descenso de las donaciones, estima que tras la crisis “se ha dormido un poco la solidaridad”. Por ello, insiste en la necesidad de que la sociedad conozca la situación de precariedad en la que aún se encuentran miles de personas en la provincia de Jaén.
El secretario general de Cáritas Diocesana de Jaén, Diego Jiménez, ha presentado los datos más destacados de la labor desempeñada por la institución de la Iglesia en la provincia. Ha agradecido, en primer lugar, el trabajo de los 1.888 voluntarios que hacen realidad el lema del Día de la Caridad de este año: “Tu compromiso mejora el mundo”. Según ha explicado, en 2017 se atendió a 12.300 personas en la provincia de Jaén, lo que se traduce en cerca de 30.000 personas beneficiadas. Supone un descenso de algo más de 5.000 con respecto al año anterior en personas atendidas y de poco más de 9.000 en personas beneficiadas. En 2017 se materializaron un total de 221.756 ayudas. En cuanto al perfil tipo de los participantes, ha explicado que se trata de mujer con pareja e hijos, española, en situación de desempleo, con una edad comprendida entre los 45 y los 64 años y con estudios primarios.
Jiménez ha destacado cómo, un año más, los recursos empleados vuelven a situarse por encima de los recibidos. En total, en 2017 se destinó 4,44 millones de euros, de los que casi 1,37 millones fueron para acogida y asistencia y 1,45 millones de euros tuvieron como fin los programas y proyectos de acompañamiento a personas vulnerables y en situación de exclusión. Como dato destacado, el gasto ha sido muy superior de media, al pasar de 120 euros por persona beneficia hasta los 150 euros de media durante el pasado año. Con respecto a los recursos recibidos, el total alcanzó los 4,37 millones de euros. De ellos, 1,33 millones proceden de colectas, socios y donativos y casi 455.000 euros proceden de campañas, entidades privadas, alimentos donados y otros. Lo recibido a través de fondos públicos alcanza la cifra de 1,04 millones de euros, si bien hay que matizar que están pendientes de cobro algo más de 742.000 euros.
Desde Cáritas Diocesana se hace hincapié en la apuesta por la economía social. Se atendió a 654 personas y realizaron 1.512 intervenciones encaminadas a la inserción laboral. Los recursos destinados superaron los 343.000 euros. En este apartado, sobresale la consolidación de nuestra empresa Recuperaciones Redoble, destinada al reciclaje de ropa y a la inserción de personas, con un saldo positivo de más de 80.000 euros y la inauguración de la tienda Moda Re. Otros aspectos destacados de la memoria de 2017 pasan por las atenciones en los comedores sociales. El pasado año se atendió a 1.049 personas y se sirvieron 120.282 comidas. También es preocupante el aumento significativo de las personas atendidas en Proyecto Hombre. Así, el pasado año se atendió a 312 personas, lo que supone un incremento del 32%. Se destinaron algo más de 136.000 euros.