Tal día como hoy, hace dos años, Jaén capital amanecía cerrado debido al estado de alarma decretado por la pandemia de Covid-19

Era un domingo atípico de buen tiempo, aunque la ciudad estaba vacía solo taxis, buses, panaderías y farmacias eran los únicos con actividad.

 

Los jienenses se adaptaron rápido al estado de alarma decretado a las cero hora del 15 de marzo, que además se está viendo favorecido por cuestiones tan fundamentales como el hecho de que sea domingo y que lógicamente baje la actividad laboral, además de que los establecimientos de ocio y restauración, bares, cafeterías, etc, están cerrados a cal y canto. La estación de autobuses apenas registra un 20% de su actividad habitual de un domingo y son muy pocos los viajeros que pasan por el establecimiento.

Otra nota característica de la jornada fue la escasa visibilidad de presencia policial por las calles de la capital, pese a que recordemos, el estado de alarma supone la prohibición de rodar por la vía pública a no ser por alguna de las causas que recoge el propio decreto que recordemos son principalmente las de adquisición de alimentos, productos farmacéuticos y de primera necesidad; asistencia a centros sanitarios, desplazamiento al lugar de trabajo para efectuar su prestación laboral, profesional o empresarial; Retorno al lugar de residencia habitual y asistencia y cuidado a mayores, menores, dependientes, personas con discapacidad o personas especialmente vulnerables; Desplazamiento a entidades financieras o por causa de fuerza mayor o situación de necesidad, entre otras.

Sector turístico

De otra parte, el sector de alojamientos hosteleros de la provincia mostraba su preocupación por lo que consideran que “las medidas propuestas por el Gobierno el pasado día 13 de marzo son totalmente inútiles para un sector como el jienense, donde la mayoría de autónomos y empresas que se enfrentan al cierre no van a tener el más mínimo respiro”.

Tras dos años de pandemia, la provincia, al igual que el resto de Andalucía, está rebajando su incidencia media en el último mes después del rebrote de la sexta ola a partir de noviembre, y la mascarilla sigue siendo obligatoria en interiores o en grandes aglomeraciones al aire libre.