Precariedad laboral, intrusismo y descrédito, problemas que aquejan a la profesión periodística, según los responsables de la APJ

La junta de Gobierno del Colegio en Jaén pospone a finales de abril o primeros de mayo la celebración de actividades con motivo del Día del Patrón, aunque sí se celebrará mañana lunes la tradicional misa en honor a San Francisco de Sales en la Catedral.

 

Con motivo de la celebración, el próximo lunes 24 de enero, de la festividad del patrón de los periodistas, San Francisco de Sales, la Asociación de la Prensa de Jaén (APJ) y la demarcación del Colegio de Periodistas denuncia la precariedad laboral, el intrusismo, y el descrédito que sufre la profesión en estos tiempos de pandemia. Precisamente  esta situación de pandemia ha llevado a la Junta de Gobierno a posponer las actividades previstas para esa festividad y dejar la celebración para finales de abril o primeros de mayo próximos haciéndolas coincidir con el Día de la Libertad de Prensa, el 3 de mayo, todas menos la misa en honor a nuestro Patrón que se celebrará el lunes 24, a las 19:00 horas, en la iglesia del Sagrario de la Catedral de Jaén. Entre las actividades pospuestas, está la que nueva dirección de la APJ y del Colegio tiene previsto realizar en un acto de reconocimiento a los colegiados y asociados jubilados en los últimos años con la imposición de la insignia de oro de la APJ.

El último informe de la profesión periodística de la Asociación de la APM referido a 2021 alude a la insuficiente remuneración, acompañada por largas jornadas de trabajo, como el principal problema de los periodistas y comunicadores durante el año que ha finalizado.

Una situación que, después de la gran crisis de 2008, no ha mejorado y aunque se reducen las tasas de paro respecto al pasado año, ha aumentado el número de autónomos, abocados muchas veces a esta situación por las circunstancias de precariedad, paro o a requerimientos de las empresas.

Redacciones mermadas y excesos de horas de trabajo. Falta de tiempo para elaborar una información de calidad, son algunas consecuencias y origen de esa precariedad de una profesión que continúa siendo vocacional para el 90 % de los encuestados. 

No podemos perder de vista el artículo 20 de la Constitución Española, uno de los pilares fundamentales de nuestro sistema democrático, en el que se reconocen y protegen los derechos a expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción.

Un artículo que se está pisoteando todos los días en contra de la profesión y de periodistas concretos, cuando, especialmente en redes sociales, y supuestamente aparándose en esa libertad de expresión, se insulta, amenaza, o señala a personas con nombres y apellidos por el simple hecho de comunicar. O se impide acceder a la información por discrepar con las ideas o postulados de determinadas organizaciones u administraciones.

El intrusismo es otro de los problemas que afectan a la profesión. Este oficio necesita del aprendizaje, y de un aval formativo. No es periodista cualquier persona que publica o sube a redes información. Este aspecto necesita de una regulación.

Precisamente, esa gran cantidad de informaciones, en ocasiones falsas, y en otras mal contrastadas, o elaboradas contribuyen al descrédito de la profesión. Una mala opinión pública fomentada también desde los púlpitos de las redes sociales por políticos y personas de toda índole.

Abogamos en este día del Patrón de los Periodistas, por la defensa del ejercicio libre de la profesión de cuya dignificación depende también la dignidad de la democracia. Sin presiones políticas económicas. Y por la dignidad de las personas que la hacen posible.