Aranceles americanos y precios, principales preocupaciones del sector productor ante los datos del aforo aceitero

Coag pide aforos reales y transparente en todos los países productores, UPA exige medidas que reviertan los bajos precios y Asaja mayor promoción para equilibrar consumo y producción.

 

Los representantes del sector aceitero jienense, las organizaciones Coag, Upa y Asaja han reaccionado este lunes a los datos del aforo de la junta y, aunque cada organización marcaba las tintas en distintos aspectos de la producción aceitera y los mercados, todas coinciden en destacar que la amenaza de los aranceles americanos y los bajos precios del producto son los dos principales problemas que atenazan al aceite jienense en una campaña calificada de media por la consejera de Agricultura. Todo ello, pese a aprobarse hace unos días el almacenamiento privado de aceite por parte de la UE.

El responsable del sector del aceite en la organización agraria COAG-Andalucía, Juan Luis Ávila, ha reivindicado que Bruselas ponga en marcha medidas para que los países productores de aceite realicen su propio aforo oficial de forma real y transparente, para evitar las especulaciones de precios en los mercados y que el resto de países “juegue al póker con el sector español”.

En la actualidad, con las cifras aportadas por los distintos países, la producción mundial de aceite se situaría en 3.100.000 toneladas, inferior a la anterior campaña, y “con esta cifra debería producirse un repunte de los precios”, eso teniendo en cuenta cosechas de Italia, de Túnez, de Marruecos, de muchos sitios “cuyos datos aportados son totalmente absurdos”, por lo que “con cifras reales, podríamos estar incluso por debajo de los tres millones de toneladas”.

Asimismo, considera que el hecho de que este año haya en España un enlace de campaña elevado, en torno a las 500.000 toneladas, esto no debería ser un problema, ya que esas toneladas de aceite en una campaña normal se encontrarían igual, solo que almacenadas en otras partes del mundo. Este año están aquí porque España ha tenido producción record mientras el resto campañas muy bajas, por lo que a nivel mundial no tiene por qué influir.

UPA

Por su parte, para UPA Jaén, con estos datos, considera que el olivar tradicional afronta una complicada campaña debido a la reducción de cosecha y como consecuencia de los bajos precios en origen que seguimos sufriendo desde el primer trimestre de 2018. En este sentido, “esperamos que el anuncio de caída de producción, especialmente en las zonas donde se produce aceite de mayor calidad y estabilidad, tenga una repercusión positiva en el alza de los precios”.

El aforo prevé una cosecha media en España como consecuencia de las escasas lluvias, tanto en primavera como en otoño, y a las altas temperaturas sufridas en los meses de verano. De ahí que el secretario general de UPA Jaén, Cristóbal Cano, vuelva a “reclamar medidas urgentes que reviertan la crítica situación de bajos precios en origen del aceite de oliva. A tenor del aforo nos reafirmamos en nuestra consideración de que no existen razones que justifiquen la importante pérdida de riqueza que sufrimos los olivareros, en especial el olivar tradicional; y en la exigencia a los gobiernos para que apliquen ya las medidas que hay encima de la mesa que permitan un equilibrio del precio, porque se está demostrando, claro ejemplo es lo ocurrido en la campaña 2018/2019, que la ley de la oferta y la demanda no funciona", decía.

Cristóbal Cano valora el aforo estimando que las cifras están en consonancia con lo que hay en campo, aunque aclara que, a nivel nacional, preveemos menos producción de la aforada por la Junta de Andalucía porque en otras zonas productivas fuera de Andalucía, especialmente en Castilla la Mancha y Extremadura, hay menos aceite, por lo que situamos la cosecha nacional en el entorno del 1.150.000 toneladas. Igualmente, advierte de que podría reducirse más la cosecha si no llueve.

Desde UPA consideramos que es muy destacable también la elevada variabilidad existente entre las explotaciones, tanto de secano como de regadío. En este sentido, Cristóbal Cano afirma que muchos agricultores de secano han perdido el fruto y, el que queda en el árbol, está en una situación muy complicada. "Otro daño colateral de esta mala cosecha será la reducción del empleo, especialmente en la contratación de las mujeres, porque habrá 2,5 millones de jornales menos que la pasada campaña. Y, a partir de ahí, la consecuencia directa es una pérdida de riqueza en nuestros pueblos", lamenta Cristóbal Cano.

ASAJA

Por su parte, para el gerente y portavoz de ASAJA-Jaén, Luis Carlos Valero, “el aforo de una producción de 1,2 millones de toneladas largas para España quiere decir que nuestro olivar está preparado para que, después de una cosecha récord de prácticamente 1,8 prácticamente millones de toneladas, ahora tengamos esta previsión para la próxima campaña”, recordando que se ha extendido el cultivo del olivar por todo el territorio nacional.

Una cifra a la que, consideró, nos tenemos que acostumbrar con vista a las próximas campañas: “Para España, 1,2 millones de toneladas va a empezar a ser una producción normal”. En este sentido, ha recordado que arrastramos un enlace de 756.000 toneladas, lo que dará una disponibilidad para el presente año muy próxima a los 2 millones de toneladas, más que suficiente para abastecer el mercado. “De ahí que todas las medidas que se están pidiendo para sujetar el mercado va a haber que potenciarlas  al máximo. La primera ya está en marcha, que es la ayuda al almacenamiento privado, pero sin duda que la única solución que tenemos práctica y real es la promoción, vender mucho más aceite para conseguir que producción y consumo se queden equilibrados, y a partir de ese equilibrio tener precio”, ha explicado.

El gerente y portavoz de ASAJA-Jaén también ha hablado de competitividad: “Nuestro olivar tradicional no es competitivo, frente a las nuevas plantaciones que se están intensificando no solamente en España o Europa, sino en el mundo entero. Empiezan a aparecer en los mercados unos aceites que, por su forma de producirse a través de cosechadoras y muy mecanizados, hace complicado que nuestro olivar tradicional de difícil adaptación a estas tecnologías pueda competir a largo plazo con ellos”.