¡Ojo con los de la boina!
Suenan campanas electorales y eso, en el sector agrario, casi nunca suele ser bueno. Mejor dicho –rectifico-, no en el sector agrario, que ese es uno, grande y casi nunca libre, casi siempre sometido al pairo de unos pocos que controlan los mercados de sus producciones. Los cantos electorales no suelen ser buenos para el acuerdo y la unión de los que representan al sector primario, para las organizaciones agrarias.
Y digo esto por el espectáculo de los últimos días. UPA, ASAJA y COAG, por citar a las tres organizaciones más representativas, se enzarzan justo cuando más se necesita una sola voz, cuando más se precisa la unión de todo el sector para denunciar la situación en que es encuentran agricultores y ganaderos. Y por lo que nos toca a Jaén, la situación en que está el sector aceitero.
Y digo yo, pero si no fueron capaces de juntarse hace unos meses para pujar por la entrada en SOS Koipe, ¿van a ser capaces de unirse ahora, con unas elecciones a la vuelta de la equina y cada uno mirando de reojo sus intereses? Pues va a ser que no.
Bien harían los responsables de esas organizaciones en repasar la historia del último año en España y ver lo que ocurría a UGT y CC OO el 29-S con la escasa respuesta de la parroquia a su convocatoria para parar el país. Igual los de la boina y el tractor espabilan y deciden echarse por la calle de en medio para defender sus intereses y empiezan a dar al espalda a esas organizaciones. Y entonces… ¿qué intereses van a defender? Igual cuando pretendan sacarlos a las calles y carreteras con sus tractores, los de la boina prefieren quedarse en el tajo, como ocurrió el 29-S.