2012, nueva era
“España entra en alerta económica”, era el titular con el que la prensa despedía el año anterior y saludaba a 2012. ¡Cómo para echarse a temblar! El mayor recorte de gasto y una de las principales subidas fiscales durante la democracia es la declaración de intenciones con la que el Gobierno de Rajoy se ha estrenado quitándose la careta que tenía puesta desde las pasadas Elecciones Generales. A nadie escapa que la situación económica del país es tan delicada que hace necesario un plan de emergencia nacional. Lo que ocurre es que a veces es difícil comprender el cinismo de unos políticos que hasta hace poco crucificaban a Zapatero por unos recortes que, ahora, ellos han elevado a la máxima expresión. Es lo que algunos han denominado la transmutación política, desde la oposición al poder.
Y en este escenario sombrío en el se moverá el país en 2012 cabe preguntarse cuál será el comportamiento de la provincia de Jaén, históricamente condenada a un papel marginal. Solo la excelente cosecha de aceituna, cuya recolección se ultima estos días, y el pago en los últimos días del año de la mitad de la subvención comunitaria mantiene en alto el estado de ánimo de unos pueblos donde, por lo demás, las perspectivas que se avecinan para este año no pueden ser más desalentadoras. Con una tasa de paro escandalosa –por encima del 31%-, con una sangría que no cesa en la industria -donde es rara la empresa que no ha presentado un ERE o ha cerrado-, con un turismo que hace tiempo que no remonta, y una emigración que vuelve a niveles de hace más de una década, son demasiados indicadores como para ser optimista en este nuevo año.
Pero es que 2012 va a ser un año crucial para la provincia jiennense pues está en juego el futuro de los más de 800 millones en subvenciones europeas que reciben los olivareros. La nueva Política Agraria Comunitaria (PAC) debe quedar perfilada este año aunque parece que su entrada en vigor se demorará hasta 2014. Han sido muchos años advirtiendo que vendría el lobo, y al final ha venido y nos ha pillado sin los deberes hechos porque la demandada reconversión del olivar sigue a la espera ante la amenaza creciente del olivar intensivo que crece sin parar no muy lejos de aquí. Un reciente informe del Consejo Económico y Social (CES) dejaba claro que más del 80% del olivar jiennense sería inviable sin el auxilio de Bruselas. Y el borrador del primer documento que se ha presentado sobre la PAC augura un recorte drástico de los fondos.
Incertidumbre hay también sobre el futuro de las infraestructuras de la provincia, en especial sobre el devenir del Plan Activa Jaén, que el anterior gobierno socialista aprobó para acercar a la provincia a los niveles de convergencia y corregir los desequilibrios endémicos. El gobierno del PP debe pronunciarse sobre la continuidad de proyectos de la importancia de las autovías del Levante o del Olivar o las conexiones ferroviarias de Jaén hacia Madrid y Andalucía.
A esta provincia empiezan a sobrarle planes al tiempo que le faltan inversiones reales. La excepción es el tranvía de la capital jiennense, paralizado por el actual gobierno municipal del PP después de que la Junta invirtiera en el proyecto 100 millones de euros. El PP se escuda en el carácter deficitario de un servicio en el que nunca creyó, pero no parece de recibo que las instituciones públicas tiren a la basura inversiones públicas de ese calado solo por haber sido apadrinadas por otro signo político diferente. La actitud de ir tirando balones fuera del alcalde jiennense, José Enrique Fernández de Moya, hace presagiar que no habrá solución a este culebrón antes de las Elecciones Autonómicas.
Será, sin duda, la gran cita política del año. Las Elecciones Andaluzas llegan con un PSOE en su nivel más bajo y con todas las encuestas dando como claro vencedor al PP. Los socialistas, con un Griñán en el que pocos creen, confían en que el tsunami y la marea azul de las pasadas Elecciones Generales haya perdido fuerza y que los primeros ajustes económicos del Ejecutivo de Rajoy pasen factura y movilicen al electorado de izquierdas. En Jaén, estas elecciones llegan en medio de la crisis interna en el PSOE, que tiene alcance regional por el enfrentamiento no disimulado de las corrientes lideradas por Gaspar Zarrías –dirección provincial- y Mar Moreno –principal bandera del sector de la exalcaldesa, Carmen Peñalver-.
Así las cosas, el año 2012 va a ser crucial en muchos ámbitos, aunque a buen seguro que lo que esperan los jiennenses es que la feroz crisis económica que padecemos toque fondo y empiece la tan ansiada recuperación. En cualquier caso, una cosa parece clara: Cuando la crisis pase, ya nada volverá a ser como antes. Entramos en una nueva era.