Se acabó la crisis
Se lo oí el otro día en una tertulia radiofónica a un reputado catedrático de economía. Los periodistas tertulianos, siempre ávidos de titulares, le hacían al invitado la pregunta del millón, la que más se ha repetido en los últimos cuatro años: ¿Cuándo cree usted que vamos a salir de la crisis? Y hubo unos breves segundos en los que se quedaron sin palabras cuando el economista les espetó: “¿De la crisis? De la crisis hace ya meses que salimos.” Después vino una larga serie de réplicas para que el invitado a la tertulia explicara su afirmación y éste aseguró que con los datos económicos en la mano la crisis ya ha pasado, “es que ya la situación va a ser ésta”. Más o menos, interpreto yo, que ya no es que haya crisis, es que esta situación se ha instalado entre nosotros y va a ser así por los años de los años. Así que, por favor, no pregunten ya más cuándo vamos a salir de la crisis.
Pero, si partimos de que esto de la economía va a ser así ya en las próximas décadas, porque parece seguro que por mucho empleo que se cree no aparecerán en breve 5 millones de puestos de trabajo, o por mucho que suban los salarios (que no subirán) en 2013, 2014, 2015… ya nunca van a crecer por encima del recibo de la luz, o del de la gasolina, o del copago de las medicinas, el cuidado de nuestros mayores porque no habrá ley de Dependencias o del coste que tendrá que nuestros jóvenes estudien, por citar algunos ejemplos.
Entonces, si coincidimos con el catedrático en que “esto ya va a ser así siempre”, la cuestión será exigir a nuestros responsables públicos la mejor gestión que sepan y puedan de la pobreza que viene –que ya está aquí-.
Hoy mismo, uno de los más prestigiosos periódicos de Estados Unidos dedica su editorial a nuestro país y no deja nada bien parada la gestión que Rajoy está haciendo de la situación económica (obvio decir crisis siguiendo las indicaciones del catedrático, pues ya no estamos en crisis), poniendo el acento en dos cuestiones basicas: el papel fundamental de directora de orquesta que está teniendo en toda esta partida la canciller Angela Merkel, y en el error que se comete al apostar todo lo que tenemos sobre la mesa a una sola carta: achicar el manido déficit.
Una estrategia que, según NYT, sólo traerá más pobreza, más desempleo, menos competitividad de las empresas y, por supuesto, la desaparición del llamado Estado del Bienestar, léase acceso universal y gratuito a la sanidad, igualdad de oportunidad para acceder a la ecuación, o la atención y cuidados a los que ya no están en activo pero que han dejado ya su fruto en este país.
Todo eso, desde lo que parece que se ha convertido en una Ley Sagrada para Rajoy y su equipo económico de que hay recortar el déficit público que, por otra parte, hay que decir que tiene poco de ‘público’ (la deuda pública de España es de las más bajas de Europa) y sí mucho de privado (los activos tóxicos de cajas y bancos a causa de la tristemente famosa burbuja inmobiliaria). Un empecinamiento que, casi con toda seguridad, llevará a Rajoy a tener el triste honor de ser el presidente de los 6 millones de parados y el presidente con más pobres en España. Por más que se empeñe en recortar todo lo recortable, Rajoy debe saber que más pronto que tarde no va a quedar nada a lo que meter la tijera, y entonces… Bueno, para entonces, Alemania ya nos habrá conquistado sin haber pegado un solo tiro y todos seremos alemanes, pero alemanes pobres, claro.
Si, es cierto, cada vez estoy más convencido de que ya ha pasado la crisis.