Andaluzas y griegas
Casi, casi. La noticia del adelanto electoral en Andalucía ha llegado esta noche a las redacciones casi coincidiendo con la victoria de Syriza en Grecia. Ya, ya, ya.... Ya sé que nos van a repetir en las próximas horas y en los próximos meses muchas veces que ni España, ni Andalucía son Grecia. Ni Podemos tiene la estructura hecha en Andalucía. Ya, ya... Susana Díaz ha jugado sus cartas y ha optado por el adelanto electoral pensando en todo: En Andalucía, en el PSOE, en las primarias, en el PP, en Podemos. Incluso en Grecia.
Pensando en Andalucía porque si, tal y como ha venido reiterando en las últimas semanas, la inestabilidad era ya la norma en su gobierno, lo mejor es acabar con esa inestabilidad convocando al personal a las urnas para que la comunidad autónoma no pague las consecuencias de un gobierno que no pueda gobernar durante todo un año que faltaba aún para cumplirse la legislatura.
Pensando en el PSOE y en las primarias porque, en el supuesto de que en los próximos meses la llamada nacional sea tan fuerte que Díaz no pueda resistirse a atenderla y, si como auguran las últimas encuestas, obtuviera un buen resultado el 22 de marzo, obtendría también de paso una auténtica carta de naturaleza para poder optar al liderazgo nacional de los socialistas y participar con todas las de la ley en las primarias del verano.
Pensando en el PP porque, aunque los azulillos se esfuercen, la mejoría económica aún no ha llegado a las familias. El paro sigue siendo una espada de Damocles que pesa mucho en las estrategias de los de Génova. Pero quizás dentro de un año ya no sería así y los populares podrían recoger beneficios ante unas andaluzas en 2016.
Pensando en Podemos porque, como señalaba, el partido de Pablo Iglesias está en pañales en Andalucía y para ganar unas elecciones en el territorio más grande de España se necesita algo más que una buena red en Twitter, Facebook, Istagran… Muy largo se lo ha fiado la presidenta andaluza para que en dos meses a los de Podemos les dé tiempo a orquestar una estructura organizativa con ciertas garantías de llegar con su mensaje a más de 800 municipios, muchos de ellos rurales, donde Internet aún llega con cuentagotas.
Finalmente, pensando en Grecia. Lo de Syriza no es más que otro aviso, junto a lo de las europeas, no sólo a los socialistas sino a todos los partidos tradicionales de que en este mundo nada es verdad ni mentira. Ya saben, no hay nada eterno y tienen que cambiar sus estrategias para hacer frente a 'lo nuevo' que representa Iglesias. Además, porque todo apunta a que Podemos pueda reeditar en las elecciones generales el triunfo obtenido esta noche por sus amigos griegos. Claro que, Andalucía no es Grecia. Ni España. Ya, ya, ya.... pero por si acaso.