Zarrías, I de Jaén y IV de España
Cuando pasen 24 horas y sea sábado por la tarde (30 de enero), Gaspar Zarrías, el conseguidor de Jaén de los últimos 20 años, habrá sumado un nuevo epígrafe a su currículo político. El máximo responsable de los socialistas jienenses (que suele decir para que lo oigan sus adversarios -internos y externos- que en política uno no está muerto hasta que tiene dos metros de tierra encima) se sitúa ahora al ladito mismo de ZP en la ejecutiva federal del PSOE, algo que ha sorprendido en los cenáculos políticos y periodísticos de la provincia que no articulan muy bien por dónde ha venido este salto y, sobre todo, hacia dónde se dirige el secretario provincial del socialismo jienense.
Desde luego, si lo que pretendía era descolocar a las huestes socialistas, Zarrías lo ha conseguido. Venticuatro horas después de conocerse la noticia, que corrió como un reguero de pólvora de norte a sur y de este a oste de la capital, la disidencia interna (que la hay, vaya si la hay, aunque aletargada en los residenciales de invierno desde que el pasado estio el de Cazalilla pusiera en jaque a la mismísima reina) no acertaba a pergeñar una respuesta al último movimiento en el tablero socialista.
Además, porque en el enroque entraba en juego otra cara del socialismo jienense, María del Mar Moreno, a quien Zarrías sustituye en el puesto de la ejecutiva federal del PSOE. Mar se acerca a Andalucía. Zarrías se sitúa a la diestra de ZP y Chaves le queda cada vez más lejos, pero ¿y Griñán, dónde le va a quedar el secretario regional al de Cazalilla? La primera partida, la que ya muchos apunta que se jugará el mismísmo Viernes de Dolores, será como un bálsamo esclarecedor. Griñán moverá ficha. Al menos, de momento.