FICA-UGT Jaén solicita la eliminación total de las peonadas para el subsidio y la exención del pago del llamado ‘Sello’ agrario en esta situación
El sindicato ha presentado sus estimaciones de pérdidas de 1,2 millones de jornales en la provincia por la caída de un 50% de la campaña aceitunera y anuncian que pedirán una subida del 10% (IPC) en los jornales. Declaraciones
Más de lo mismo. La federación agroalimentaria de la UGT jienense, FICA, con sus responsables al frente, Domingo Ocaña, secretario general, y Antonio Marcos, secretario de organización, han recurrido hoy a los datos ya ofrecidos por algunas organizaciones agrarias en los últimos días para señalar que serán en torno a 1,2 millones de jornales los que se perderán en Jaén por la falta de cosecha en esta campaña, una cifra que no se corresponde con los jornales que ofrece una campaña media de aceituna en Jaén (unos 5 millones de jornales), por lo que si cae un 50 la producción serán al menos 2,5 millones de jornales los que se perderán y no 1,2 millones como han anunciado. Al tiempo que han señalado que en breve se debe iniciar la negociación del nuevo convenio del campo de Jaén, donde van a pedir una subida del IPC (10%) de jornales.
Esa circunstancia va a llevar a este sindicato a pedir al Gobierno central la eliminación total de peonadas que ahora mismo se exigen a los trabajadores (30) del campo para acceder al subsidio agrario y además exigir también que mientras dure esta situación de fatal de empleo los trabajadores no tengan que pagar la cuota mensual de la Seguridad Social, el conocido como ‘Sello’ agrícola.
Junto a esas dos peticiones se pide con carácter provincial una comisión o ‘mesa’ para el seguimiento de la puesta en marcha de estas medidas así como la puesta en marcha de planes específicos de empleo “tal y como ha hecho la Diputación de Jaén”, ha señalado Antonio Marcos, “planes que pediremos también al Gobierno Central y a la Junta, puesto que consideramos que estamos en una situación de emergencia”.
Convenio y contratación
Marcos ha informado también en relación a la próxima campaña aceitera que el próximo 30 de septiembre termina la vigencia del actual convenio firmado en 2018 para 4 años y que en breves fechas deben reunirse las partes, sindicatos y patronal, para negociar el próximo convenio. El responsable sindical ha señalado que la parte social llevarán a la mesa de negociación la reforma del texto en el aspecto social, haciendo hincapié en los temas de igualdad, y en aspectos económicos, “donde vamos a pedir una subida acorde con el IPC (10%), pues no podemos permitir que los trabajadores pierdan poder adquisitivo”, señalaba Marcos.
Esa subida se sumaría a las novedades que los empresarios agrarios van a tener que afrontar este año a la hora de la contratación del personal para la recolección de la aceituna, que ha dado un giro de 180 grados respecto a lo que había antes de aprobarse la reforma laboral. En pocas palabras, cuando el año pasado y anteriores la contratación era una comunicación al INEM con los datos del trabajador y el periodo aproximado que se iba a necesitar y en el supuesto de que en ese período no se trabajara algún día por lluvia u otros motivos, el empresario solo cotizaba a la Seguridad Social por las jornadas realizadas (jornadas reales) al igual que pasaba con los jornales de los trabajadores. Pues bien, con la reforma laboral el patrón deberá abonar a la Seguridad Social todas las jornadas.
El sindicato reconoce que no hay ningún tipo de solución para este asunto que a buen seguro va a restar la formalización de contratos y el regreso a la picaresca de no dar de alta a los trabajadores, sobre todo, si se piensa en la escasez de inspectores de trabajo que cuenta la administración para vigilar los miles de tajos de la provincia.
Tampoco Marcos ha querido entrar en la situación en que quedarán este año los emigrantes que lleguen a la provincia, dado que con la escasa campaña “no va a hacer falta mano de obra extrajera pues sobrará con la que tenemos aquí”, señalaba Antonio Marcos.