Coag advierte a la nueva ministra que los olivareros no podrán soportar una tercera campaña de pérdidas

Esta organización agraria pide a Rosa Aguilar que solicite ya en Bruselas la activación del almacenamiento privado y la actualización de los umbrales que provocan su desencadenamiento automático, pues la campaña que está a punto de cerrarse concluye con pérdidas de casi 700 millones de euros.

La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos, COAG Andalucía solicita a la nueva ministra de Medio Rural (MARM), Rosa Aguilar, que asuma como prioridad solicitar a Bruselas la activación del mecanismo del almacenamiento privado por la vía de la perturbación de mercado y la actualización de los umbrales de su desencadenamiento automático, que están totalmente obsoletos, y deben establecerse teniendo en cuenta los costes de producción.

Según ha explicado el responsable regional del sector del aceite de oliva de COAG Andalucía, Paco Garrido, “el sector ya no puede perder más dinero. Muchos olivareros están resistiendo gracias al pago único, pero esta situación no puede prolongarse”. Las pérdidas de la campaña pasada ascienden a 660 millones de euros (de ellos, 311 corresponden a Jaén; 167 a Córdoba y 62 a Granada), con lo que, a falta de unos días para que concluya la campaña de comercialización, se alcanzarán los 700 millones previstos por COAG.

Margen

Por eso, tal y como ha explicado Rafael Civantos, miembro de la Ejecutiva de COAG Andalucía, “pedimos a la nueva ministra que se ponga manos a la obra para cambiar esta tendencia. No podemos hacerla responsable de la nefasta gestión de su antecesora, por eso le vamos a dar un margen de confianza para que pueda empezar a actuar, pero si en dos o tres semanas como mucho no vemos algún resultado, nos veremos obligados a poner en marcha las movilizaciones que ya anunciamos, y bloquearemos el inicio de la campaña. De todas formas, confiamos en que Rosa Aguilar, que viene de una tierra donde el olivar tiene tanta importancia, sea sensible a nuestra situación y nos ayude a cambiar el rumbo”. 

Rafael Civantos ha recordado que el año pasado, a pesar de que el almacenamiento privado se activó tan tarde (en el mes de julio), sólo el anuncio de su puesta en marcha ya provocó una subida del 26% del precio (pasando de los 1,61 €/Kg. a los 2,03 €/kg. Luego, llegó hasta 2,43 €/kg). Por eso, la ministra debe pelear para que este año se active antes, y si no se alcanzan los umbrales que provocan el desencadenamiento automático (1.779 €/tonelada de aceite de oliva virgen extra y 1.710 €/tonelada para el aceite virgen), que se active por la vía de la grave perturbación del mercado, tal y como el año pasado se hizo en Italia, Francia y Portugal.

Además, Rosa Aguilar debe pelear para que se actualicen los umbrales establecidos para el desencadenamiento automático de este mecanismo, ya que dichos umbrales se fijaron en el año 1997 y están totalmente obsoletos. De hecho, según el Estudio de la Cadena de Valor del MARM, el coste de producción de un kilo de aceite se sitúa en 2,49 euros.

Perspectivas

En cuanto a las perspectivas para la próxima campaña, que arrancará a mediados del mes de noviembre y de manera generalizada en diciembre, los aforos permiten esperar una producción menor que en años anteriores (1.020.000 tn. En Andalucía, es decir, un 12% menos que en la campaña 2009/2010). Si, además, se ponen en marcha medidas como la de desviar el aceite de peor calidad para biocombustible, el stock de enlace se vería reducido a unas 100.000 toneladas, una medida que también podría contribuir a mejorar el precio que reciben los olivareros. 

Por otra parte, Rafael Civantos ha reclamado a las administraciones que se endurezca y se aplique con celo la normativa para perseguir los fraudes en el aceite de oliva. “El Ministerio debe intensificar las inspecciones, y realizarlas no sólo en las almazaras, sino también en los lineales de los supermercados”, ha dicho.

En relación a la situación de SOS Cuétara, Rafael Civantos ha declarado que COAG como organización agraria vería con buenos ojos la entrada en el accionariado de la empresa de las grandes cooperativas del sector, si bien su trabajo es mantenerse al margen de las operaciones y dejar trabajar a las empresas, aunque solicitando a la Junta y a las Cajas que aporten los apoyos necesarios para que esta operación pueda realizarse.