La Junta acepta 12 nuevas titulaciones propuestas por la UJA, descarta una y condiciona otras 4 de las 17 propuestas

Redacción | Provincia

Los estudios validados ofrecen especialización en áreas del conocimiento relacionadas con ingeniería, TIC y salud para implantar en los próximos 4 años.

 

La Consejería de Universidad, Investigación e Innovación ha emitido un primer informe favorable para la inclusión de doce títulos de un total de 17 propuestos por la Universidad de Jaén (UJA) en la nueva programación académica a implantar en los próximos cuatro años en el sistema universitario andaluz, al tiempo que ha condicionado otros cuatro estudios más.

El documento con la selección de grados, másteres y doctorados de todo el sistema público universitario se ha entregado hoy a los rectores con el fin de que lo analicen para poder consensuar y afinar lo antes posible un nuevo documento, que deberá

someterse posteriormente a los informes preceptivos y aprobarse el próximo mes de mayo por Consejo de Gobierno.

De las doce titulaciones validadas, una de ellas es un grado y once son enseñanzas de posgrado, concretamente nueve másteres y dos programas de doctorado. Con carácter general, estos estudios ofrecen especialización en tres grandes áreas de conocimiento: ingeniería, TIC y salud.

Además, de las doce titulaciones aceptadas en la Universidad de Jaén, seis tienen un carácter interuniversitario y, por tanto, los impartirá sobre todo junto a otras instituciones académicas de la comunidad. De hecho, la cooperación entre campus para ofrecer enseñanzas conjuntas es uno de los aspectos que se prima en el decreto de ordenación de enseñanzas de Andalucía, la normativa regional aprobada en junio pasado que contempla la configuración de este mapa de titulaciones, entre otras medidas. Para promocionar su implantación, la Junta ha flexibilizado las exigencias requeridas con carácter general para el resto de estudios relacionadas con la suficiencia de recursos disponibles para la implantación de estas titulaciones. Esta tipología de títulos implica a dos o más campus con el fin de potenciar los vínculos y la colaboración docente entre ellas, promoviendo la movilidad de estudiantes a favor de una formación más integral y contribuyendo a la excelencia de la educación superior.

Además, uno de los másteres aceptados de la UJA tiene un carácter internacional. por lo que se llevarán a cabo en colaboración con otras instituciones europeas. La proyección internacional constituye otro de los objetivos nucleares que arman el decreto de ordenación de enseñanzas de Andalucía. Para el Ejecutivo autonómico esta línea de trabajo ofrece valiosas oportunidades para mejorar la calidad del aprendizaje, la docencia, la investigación, la transferencia y la innovación.

Por otro lado, la Consejería de Universidad ha informado negativamente en esta primera fase de sólo un grado de los cinco solicitados por la institución jiennense, debido a la baja demanda, mientras que otros tres han sido condicionados, proponiendo que se impartan de forma conjunta con otras universidades.

Además, también ha condicionado uno de los diez másteres propuestos por la UJA por baja demanda. En cualquier caso, se abre ahora un periodo para que esta universidad pueda realizar alegaciones.

En esta programación destacan también dos grados duales, una clase de formación que se aplicará por primera vez en Andalucía buscando favorecer la empleabilidad del alumnado. La mención dual, también destacada en el decreto, combina la enseñanza en las aulas y en las empresas.

Criterios de territorialidad y de demanda social y empresarial Para determinar la idoneidad y viabilidad de las carreras y los programas de posgrado planteados se han tenido en cuenta los criterios que recoge el decreto de ordenación de enseñanzas relacionados con la demanda social, empresarial y del alumnado y con la complementariedad y equilibrio territorial de la oferta. Con esta evaluación se pretende garantizar la sostenibilidad de la formación y evitar duplicidades y carencias significativas en todo el sistema universitario.

De igual modo, se han comprobado aspectos relacionados con la estructura socioeconómica de la comunidad y con su tejido productivo con el fin de introducir

mecanismos de corrección con una visión de conjunto para eliminar posibles desajustes entre la oferta académica y la demanda laboral y actualizar el catálogo con carreras que respondan a necesidades objetivas de formación de la sociedad y optimicen el uso de recursos públicos.

A partir del curso 2025/2026

Una vez que se culmine con el proceso de diálogo y la nueva oferta sea informada por el Consejo Andaluz de Universidades (CAU) y ratificada en Consejo de Gobierno en mayo, la Consejería de Universidad será la encargada de autorizar los correspondientes procesos de verificación de todos los títulos.

Para ello tendrá que constatar previamente el cumplimiento de otra serie de exigencias reguladas por ley y recogidas en el decreto de ordenación de enseñanzas. Se trata de criterios relacionados con la suficiencia de recursos disponibles para la implantación de las correspondientes titulaciones.

En esta fase de verificación será el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades el responsable de tomar la última decisión teniendo en cuenta los informes de evaluación de los planes de estudio emitidos por la Agencia para la Calidad Científica y Universitaria (ACCUA). Las estimaciones que maneja el Gobierno andaluz es que todo ese proceso se complete en 2025.

La planificación tendrá una vigencia de cuatro años, con posibilidad de revisión cada dos, y las carreras contenidas en ella se implantarán entre los cursos 2025/2026 y 2028/2029. Comenzará entonces una etapa muy relevante de renovación académica en Andalucía, después de más de una década de paralización para las instituciones académicas de la región, que han tenido que competir con el resto del sistema nacional de educación superior en desigualdad de oportunidades. Las universidades de otras comunidades han podido a lo largo de este periodo tomarle el pulso a las necesidades del mercado, de las empresas, del alumnado y de la sociedad en general para actualizar su oferta académica.

Sin embargo, en la región la ausencia de planificación ha producido una concentración de titulaciones en determinadas ramas de conocimiento o la inexistencia de carreras que atendiesen a las nuevas demandas de profesionales cualificados.

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