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Csif Jaén decide no sumarse a la huelga general del 29-S porque “llega con dos años de retraso”

Los responsables de la central independiente en la provincia aseguran que el paro convocado por UGT y CC OO para el 29-S no ofrece soluciones a los problemas reales de los trabajadores y tendría que haberse convocado en 2008.

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios, Csif, ha decidido no apoyar la huelga general convocada el próximo 29 de septiembre porque considera que esta huelga llega con dos años de retraso y porque no viene a dar una solución a los problemas que preocupan realmente a los trabajadores españoles. El presidente de Csif Jaén, Joaquín Álvarez, y el secretario de Acción Sindical, Tomás Vilar, han ofrecido una rueda de prensa en la que han explicado la postura oficial de Csif y se han lamentado de que los sindicatos ahora convocantes no quisieran dar una respuesta contundente en 2008, cuando se generalizaron los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) y millones de trabajadores se quedaron en el paro.

“No tiene sentido convocar ahora una huelga cuando la reforma laboral ya ha sido aprobada por el Parlamento y los daños producidos por la errática política económica del Gobierno ya resultan, en muchos casos, irreparables”, explica Álvarez. Los responsables de Csif indican que el momento idóneo para la huelga habría sido en 2008 ó 2009, cuando todavía estaban en marcha las  negociaciones para la reforma laboral y se podía hacer presión sobre los empresarios o el Gobierno, algo que carece de sentido ahora. Álvarez también ha recordado que, cuando Csif se movilizaba en el año 2009 para denunciar la precaria situación en la que estaban los trabajadores españoles, “otros sindicatos dejaban dormir las banderas en sus sedes”.

Además, el presidente de Csif Jaén señala que los mensajes de los sindicatos convocantes son confusos, ya que no se sabe si la huelga va en contra del Gobierno, de su política económica, de la oposición o de los empresarios. Además, critica que la convocatoria olvide los principales problemas que afectan y preocupan a los trabajadores españoles, como la falta de empleo estable y de calidad. “En definitiva, aunque no nos guste la reforma laboral ya aprobada por tardía, parcial e insuficiente, no podemos apoyar una huelga que tiene un gran componente político, que está convocada fuera de tiempo y que supone un nuevo quebranto económico para unos trabajadores que ya están en una situación complicada en muchos casos”, manifiesta.

Por último, Csif ha solicitado a los sindicatos convocantes de la huelga que ofrezcan todas las garantías para que la jornada se desarrolle en un ambiente de normalidad democrática en la que los trabajadores puedan tener la libertad de acudir o no a su centro de trabajo.